domingo, 23 de agosto de 2009

TEXTO DEL DIA

Dios ha prestado atención a la voz de mi oración (Salmo 66:19)
Si tenemos siempre presente a Jehová, él contestará nuestras oraciones. Una prueba de ello es el caso del siervo de mayor edad de Abrahán, quien seguramente era Eliezer. Este hombre viajó a Mesopotamia por orden de su amo en busca de una esposa para Isaac, una mujer que sierviera a Jehová. Acudió a Dios, le pidió ayuda y al ver que REbeca se ofecia para dar de beber a sus camellos, supo reconocer la respuesta divina. Debida a que era un hombre de oración, encontró a la que llegaria a ser la amada esposa de Isaac. ¿No deberiamos tener esta misma confianza en que Jehová contestara nuestras oraciones? Por otra parte las circunstancias tal vez nos obliguen a ser breves al orar. En una ocasión, el rey Persa Armias, etaba triste y quiso saber por qué. Nehemias oró al instante al Dios de los cielos. Su oración tuvó que ser corta y en silencio, pero Jehová le contestó y Nehemias recibió el respaldo del rey para reconstruir las murallas de Jerusalen. Como vemos, hasta las oraciones breves hechas en silencio dan resultado