
Por cuanto la sentencia contra una obra mala no se ha ejecutado velozmente, por eso el corazón de los hijos de los hombres ha quedado plenamente resuelto en ellos a hacer lo malo (Eclesiastes 8:11)
Los hijos no solo deben conocer las reglas familiares, sino que también necesitan saber las consecuencias de desobedecerlas. Y una vez que comprendan a qué se exponen, hay que hacer valer dichas normas. No se les hace ningún favor si siempre se les advierte del castigo y luego nunca se aplica.
Claro, los padres bondadosos tal vez decidan no aplicar el castigo en público o cuando el joven está con sus compañeros, pues no quieren avergonzarlo. Ahora bien, los hijos tienen que saber que cuando los padres les dicen si quieren decir sí y cuando les dicen no quieren decir no, y esto incuye las advertencias de qué seran castigados. Entender este hecho contribuirá a que se sientan más seguros y a que respeten y quieran mas a sus padres (Mateo 5:37). 0bviamente, los padres bondadosos adaptarán a las necesidades de cada hijo el castigo y la forma de administrarlo
No hay comentarios:
Publicar un comentario