El amor no se regocija por la injusticia, sino que se regocija con la verdad (1Corintios 13:4,6)
¿Cómo pueden los padres enseñar al hijo a amar la justicia y la verdad? Un paso fundamental es animarlo a expresar sus sentimientos con franqueza, aunque lo que diga no sea agradable. Como es natural, los padres se alegrarán si sus comentarios revelan ideas y sentimientos que armonizan con los principios justos. Sin embargo, a veces oiran palabras sinceras que evidenciarán cierta inclinación a la injusticia (Genesis 8:21) ¿Cómo responderan en su caso así? Su reacción espontánea pudiera ser castigarlo de inmediato por decir esas cosas. Ahora bien, si actúan de ese modo, el hijo aprenderá enseguida a decir únicamente lo que cree que será del agrado de sus padres. Claro, si les habla con falta de respeto, los padres deben corregirlo cuanto antes, pero una cosa es enseñarle a comunicarse con educación y otra muy distinta obligarle a responder como ellos quieren.
miércoles, 4 de marzo de 2009
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