viernes, 27 de febrero de 2009

TEXTO DEL DIA

Asi pase con el hombre que atesora para sí, no es rico para con Dios (Lucas 12:21) Buscar tesoros escondidos no es tan solo un divertido juego de niños, en todas las epócas ha habido personas que se han lanzado a la busqueda de tesoros reales. Por ejemplo, la famosa fiebre del oro del siglo XIX provocó una oleada de cazatesoros hacia Australia, Canada y Sudafrica.En un afan por hacer fortuna, estuvieron dispuestos a dejar su hogar y sus seres queridos para irse a lugares distantes, desconocidos y a veces inhospitos. Ciertamente, hay muchas personas que, a fín de conseguir riquezas, estan dispuestas a correr grandes riesgos y hacer enormes sacrificios. Y aunque hoy dia la mayoria de la gente no se lanza a buscar tesoros, se tiene que hacer grandes sacrificios para obtener el substento. Ganarse la vida no es nada sencillo, exige mucho esfuerzo y suele resultar agotador. Es fácil llegar a preocuparse tanto por la comida, la ropa y la vivienda que uno acabe desatendiendo, o hasta olvidando las cosas más importantes.

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