miércoles, 10 de diciembre de 2008

MACBETH

Cuenta una historia de crimen y castigo entreverada de brujería y elementos sobrenaturales. Amparado en las engañosas profecías de las Hermanas Fatídicas, brujas o diosas del destino, Macbeth decide asesinar a su rey y tomar la corona. Consciente del horror al que se entrega, forja su terrible destino y se deja poseer por el mal que nace del ansía del poder, creýéndose invencible y eterno. Esta obra tenebrosa e inquietante, de una acción vertiginosa, es también profundamente introspectiva. A tráves de un lenguaje metafórico y sensorial, el más denso lenguaje figurado de Shakespeare, apoyado en un torbellino de imágenes asociadas a las tinieblas, la muerte, la crueldad y la esterilidad, la obra indaga en lo prohibido, explora la transgresión y ofrece la oportunidad única de compartir la vida interior de un asesino, con su horror y su misterio. En el estudio que precede a su traducción Angel-Luis Pujante desvela el significado de ese juego de simbolos, el primitivismo y el concepto mágico del mundo que representan, y aclara como la altura poética e intelectual de Macbeth no oculta ni suaviza la situación politica concreta de sangre y violencia, ambición y deslealtad en que la acción se desenvuelve.

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